"¡Una cantante sin igual!

Heureux qui comme Robert ha hecho un viaje maravilloso y, desde la cima de su inmensa carrera, viene a contarnos los momentos más bellos. Han pasado seis décadas, se han acumulado las canciones eternas - de la inmensa "Lindbergh" a la no menos suntuosa "Je reviendrai à Montréal", sin olvidar "Dolores", "Ordinaire" y "Conception", por citar sólo algunas. Y el hombre ha seguido siendo el mismo, sencillo, alegre y entrañable. De los encuentros a los descubrimientos, de las payasadas surrealistas a los conciertos a menudo más rockeros de lo que se pueda imaginar, Robert Charlebois se ha instalado en nuestros recuerdos y en nuestros corazones. Así que, cuando el paso del tiempo se vuelve un poco más intransigente, aquí está, haciéndonos otra pequeña visita, compartiendo con nosotros un poco más de su universo folk-rock y country, sus raíces musicales y el imaginario norteamericano que con tanto éxito ha puesto en melodías con su compañero de fechorías, el escritor Réjean Ducharme. ¡Felices también, pues, quienes, como nosotros, puedan emprender con él este maravilloso viaje y llenarse de calor humano!

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