Max Wyse y Béatrice Lussol conocían el trabajo del otro antes de encontrarse en Metz en 2017 en una inauguración en el Frac Lorraine: habían expuesto diez años antes en la misma galería de Nueva York, Envoy Gallery, sin conocerse.

Max Wyse y Béatrice Lussol extraen lo visible de lo invisible. Intensidad en el trabajo como margen de sus vidas: un espacio-tiempo elástico, un espacio mental que parece encontrarse fuera de nuestra temporalidad fija: el otro lado de una membrana. Utilizando todo lo que se les ocurre, incluido lo autobiográfico, jugando con la multiplicidad y la repetición, los elementos están ahí para algo distinto de lo que son, multiplicándose perpetuamente, y podrían formar parte del inconsciente óptico. La plasticidad de los resultados dibujados y pintados se revela en toda su polisemia.

Wyse y Lussol despliegan y desarrollan un vocabulario de formas que a veces coinciden, mutan constantemente, rozan a veces lo simbólico.

Una forma, una imagen, puede estar preñada de otra, la siguiente. El dibujo se descubre a medida que aparece, como una aventura vivida.

Durante su exposición en la Acmcm, Lussol y Wyse provocarán un diálogo entre sus mundos pictóricos a través de diversos medios, incluida la obra site-specific en el vasto y diverso espacio del histórico centro de arte contemporáneo de Perpiñán.

Visitas guiadas con cita previa en mediationsacmcm@gmail.com de jueves a domingo a las 15.30 y a las 17.00 horas.

Inauguración el 6 de septiembre a partir de las 18.30 horas en presencia de los artistas.